Después de vacunar con éxito al 90% de su población con al menos una dosis de vacuna anti-covid-19, Cuba ha levantado su cuarentena y está reabriendo el país al turismo. Este hecho es impresionante para cualquier país, y mucho más para una pequeña nación insular que Estados Unidos ha tratado de aislar permanentemente del mundo.
Los grupos SOS Cuba han respondido a esta reapertura con protestas contra el gobierno cubano, culpando a este por la escasez de medicamentos y necesidades básicas. La realidad es que el bloqueo del gobierno de Estados Unidos a Cuba ha hecho que sea extremadamente difícil para los cubanos obtener suministros médicos vitales y suficientes materias primas para compartir sus vacunas a todo el mundo.
El hecho de que el 74% de los cubanoamericanos apoyen el levantamiento del bloqueo estadounidense de medicamentos a Cuba representa un marcado contraste con la opinión minoritaria de la campaña SOS Cuba.
Durante la administración Obama parecía haber esperanza para una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Esta nueva era se desvaneció rápidamente cuando el presidente Trump asumió el cargo y revirtió todas las decisiones que tomó el presidente Obama, incluida la inclusión de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, a pesar de la falta de pruebas que respalden esta medida.
Como resultado, las empresas que intenten vender medicamentos o dispositivos médicos a Cuba corren el riesgo de incurrir en multas penales o posibles enjuiciamientos. A pesar de su aislamiento económico, Cuba desarrolló cinco vacunas y candidatos vacunales contra la COVID-19 reconocidas internacionalmente, dos de las cuales pasaron los ensayos de fase III y recibieron autorización de emergencia.
Trágicamente, algunos cubanos sufrieron innecesariamente o murieron debido a la escasez de jeringuillas causada por el bloqueo estadounidense. Afortunadamente, la organización sin fines de lucro Global Health Partners obtuvo una de las únicas tres licencias en años para donar seis millones de jeringuillas a Cuba.
Si bien finalmente el país ha asegurado suficientes jeringuillas para la población, los cubanos todavía sufren de falta de ventiladores, EPP y otros suministros médicos relacionados con la COVID-19. Peor aún, el país está experimentando una escasez de medicamentos para numerosas dolencias, incluidos inhaladores para el asma, medicamentos para el glaucoma y la sarna, y antibióticos.
Si bien la Ley de Democracia Cubana de 1992 permite que se hagan exenciones para las donaciones de suministros médicos, la burocracia en torno a la solicitud de licencias y la posibilidad de incurrir en una sanción financiera ha ahuyentado a casi todas las empresas de vender suministros médicos a Cuba o a organizaciones que intentan donarlos a los cubanos. Además, los ciudadanos cubanos no pueden comprar medicamentos individualmente debido a que la administración Trump prohibió las remesas.
El pueblo cubano esperaba que la administración Biden remediara el daño que Trump ha causado al país y regresara a la política de la administración Obama. En la campaña electoral Biden se comprometió a revertir las medidas de Trump sobre Cuba, y dijo: “han infligido daño al pueblo cubano y no han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos”. Lamentablemente, Biden aún no ha cumplido esa promesa y ha continuado con las políticas dañinas de su predecesor.
Cuba envió vacunas...
Más allá del daño que este bloqueo ha infligido a los cubanos, ha impedido que innumerables personas en todo el mundo reciban sus vacunas contra la covid-19. Incluso con sus recursos limitados, Cuba proporcionó un millón de dosis de sus vacunas a Vietnam, 930 000 a Venezuela y 100 000 a Irán.
El país tiene planes de enviar de cinco a 10 millones más a Vietnam, de 12 a 15 millones más a Venezuela, y acuerdos con México y Nicaragua, pero el bloqueo de Estados Unidos pone todo esto en tela de juicio.
Debe quedar claro que esta pandemia no terminará hasta que todos los países puedan vacunar a su gente, y cuanto más tiempo pase la gente sin vacunar, más variantes surgirán y representarán nuevas amenazas para el mundo. Ninguno de nosotros está libre de la pandemia hasta que todos lo estamos.
Hacemos un llamado al presidente Biden para que levante inmediatamente todas las restricciones sobre la ayuda médica y humanitaria a Cuba y que permita que todas las licencias de ayuda médica a este país sean aprobadas automáticamente; que elimine a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y levante todas las restricciones para que los cubanoamericanos envíen remesas a sus familiares en la Isla.
El presidente Biden tiene hoy el poder de revocar la política de Trump hacia Cuba a través de una orden ejecutiva y poner fin al sufrimiento de millones. Hacerlo no solo ayudaría a vacunar a la población mundial y brindaría a los cubanos acceso a medicamentos vitales, sino que también abriría la puerta a mejores relaciones con Cuba en el futuro.
(Tomado de Miami Herald)